Proyecto Convencional de Arquitectura Vs. Proyecto Holístico ZERO+
Desde una casa particular hasta un aeropuerto, en la arquitectura encontramos todo tipo de diseños y estilos que pueden variar en una infinidad de elementos. Ahora bien, por muy distintas que sean, todas las propuestas arquitectónicas tienen algo en común. Todo empieza con un proyecto.
Un proyecto es la hoja de ruta que abarca todas las fases: desde la concepción hasta la construcción final. En este sentido, existen diferentes paradigmas para afrontar dicho proyecto. A lo largo de este artículo nos enfocaremos en los dos siguientes:
- Por un lado, encontramos los proyectos convencionales de arquitectura. Son los más extendidos ya que la gran mayoría de estudios se rigen por lo establecido. Además, suponen un desafío más sencillo al requerir un menor número de profesionales involucrados.
- Por otro lado, están los proyectos holísticos de arquitectura. Estos se caracterizan por abordar aspectos que van mucho más allá. Esto se aplica a todos los sentidos del proyecto, de los que hablaremos más adelante.
En ZERO+ utilizamos el paradigma holístico. Además, lo hacemos aplicando nuestra particular visión, de modo que al final ya no hablamos de proyectos holísticos al uso, sino de Proyectos Holísticos ZERO+, con nombre propio.
Así pues, a lo largo de este artículo ahondaremos en todo lo que diferencia a un proyecto de arquitectura convencional de uno holístico, en qué nos diferenciamos nosotros en ambos sentidos y en porqué la holística es el futuro de la arquitectura.
Características de un Proyecto de Arquitectura Convencional
Sea del tipo que sea, todo proyecto pasa por diferentes etapas. Dependiendo del profesional, algunos pasos pueden cambiar de orden, aunque, por lo general, siempre se incluyen:
- Evaluación de la ubicación donde se construirá el proyecto.
- Planteamiento del proyecto.
- Conceptualización y diseño básico.
- Análisis de normativas y regulaciones.
- Diseño desarrollado.
- Presupuesto.
- Planificación de trabajo.
- Gestión y dirección del proyecto.
Lógicamente, estos pasos pueden ser más de los aquí mencionados. Sean cuales sean, un plan arquitectónico estándar los seguirá mediante un proceso lineal. Es decir, cada paso tiene su momento y no suele afectar nada más que al siguiente.
Por último, la arquitectura convencional desarrolla sus proyectos en base a tres enfoques:
- Técnico
- Funcional
- Económico.
Enfoque técnico
El enfoque técnico implica proyectar mediante una corrección calculada, donde no hay lugar para la creatividad ni la innovación. Es decir, los objetivos y la naturaleza de la propuesta se establecen al principio y se siguen con diligencia. Además, suele hacerse mediante un patrón establecido a través de la experiencia en proyectos previos. Si bien es un aspecto muy positivo para evitar complicaciones, deja de lado muchas oportunidades para mejorar la esencia y el potencial de la construcción.
Enfoque funcional
A ello se le suma el enfoque funcional. Si se proyecta un centro comercial eso es lo que será, ni más ni menos. De nuevo, hablamos de oportunidades perdidas para hacer de la construcción algo más sustancial y positivo para el urbanismo y la sociedad en general.
Enfoque económico
Finalmente, los proyectos estándar suelen adherirse a un estilo de máxima rentabilidad. Este es el aspecto económico de la arquitectura convencional y suele presentarse de dos formas.
Por un lado, encontramos los proyectos comunes. Para estos suelen buscarse materiales económicos que abaraten los costes. Además, se ejecutan diseños monótonos y repetitivos fáciles de integrar. Incluso existen constructoras que utilizan plantillas en las que tan solo hay que hacer un porcentaje mínimo de modificaciones. Por último, se reduce la cantidad de profesionales necesarios para ejecutar el proyecto. El objetivo es exprimir el proyecto para hacerlo más rentable.
Por otro lado, existen proyectos de arquitectura de lujo. Son más ambiciosos y sí utilizan materiales de alta gama, además de diseños innovadores y con estilo propio. No obstante, el modelo económico de beneficios se mantiene ya que los gastos extra se repercuten en el comprador.
Ventajas y desventajas del proyecto convencional
Debido a que el enfoque de la arquitectura convencional es el más extendido, sus rasgos técnicos, funcionales y económicos dan lugar al parque arquitectónico actual.
Hablamos de construcciones sin impacto que no se ajustan a las exigencias sostenibles y tecnológicas de los nuevos tiempos. Tampoco ahondan con suficiente profundidad en las necesidades sociales, de bienestar y de trabajo contemporáneas. Además, se abusa de materiales económicos y poco sostenibles, de las reformas express, de las ciudades dormitorio, etc.
Pese a todo, también hay un lado positivo. Las obras suelen ejecutarse con agilidad y los inversores corren un riesgo mínimo. Al fin y al cabo, el enfoque convencional es la norma mediante la cual se ha movido la industria durante décadas.
Tipos de proyecto de arquitectura convencional
Cabe añadir que los proyectos convencionales tienen “apellidos”. Es decir, se circunscriben a un ámbito en particular en el que se centra todo el trabajo. Estos los principales tipos:
- Residencial: incluye viviendas particulares, promociones de pisos, urbanizaciones, etc. Es decir, cualquier tipo de construcción cuyo fin es la habitabilidad.
- Comercial: Puede tratarse de locales, galerías, centros comerciales o tiendas independientes.
- Urbano: son los proyectos que se centran en el diseño y desarrollo de un municipio. Puede incluir calles, avenidas, parques, túneles y todo tipo de construcción propia de los municipios.
- Institucional: se trata de construcciones con carácter oficial que pueden abarcar desde un ayuntamiento o una sede de cualquier tipo hasta una estación de bomberos o un museo.
- Industrial: implica el desarrollo de naves industriales, parques tecnológicos, fábricas, etc.
- Recreativo: alude a los proyectos que se enfocan en la construcción de elementos de ocio, como un parque infantil, un cine, etc.
- Paisajismo: se enfoca en proyectar cómo será un paisaje en concreto. Supone un planteamiento a largo plazo y es propio de grandes ciudades y capitales. En esencia, se trata de proyectos urbanos que van algo más allá de lo tradicional, aunque manteniendo un paradigma que no podría llegar a considerarse holístico.
- Rehabilitación y reforma: como el propio nombre indica, son proyectos para darle una nueva vida tanto a espacios como a edificaciones.
- Sostenible: se trata de aquellos proyectos que tienen como objetivo ser más respetuosos con el medio ambiente.
- Experimental: son los proyectos más inusuales y quizás los que más destacan ya que se caracterizan por innovar en algunos aspectos habituales de la arquitectura tradicional. Un buen ejemplo de ello es la Ciudad de las Artes de Valencia, donde estructura, forma y función son totalmente disruptivos. Si bien son propuestas rompedoras, siguen considerándose convencionales ya que pecan de no ajustarse al mundo en el que vivimos. Por ejemplo, en esta obra muchos materiales son pobres, de modo que hay que hacer reparaciones constantemente. Esto ubica a la obra en el espectro opuesto a la sostenibilidad y la calidad.
Como es lógico, un proyecto de arquitectura convencional puede ser de varios tipos. Por ejemplo, un centro comercial suele integrar comercio, ocio e incluso apartados urbanos o institucionales.
Características de un Proyecto de Arquitectura Holístico
En vez de hablar de una visión contraria, cuando se habla de arquitectura holística, debemos destacar que es una visión complementaria a la arquitectura convencional.
A partir de un conocimiento que parte de la misma base se va más allá. Así se pretende solucionar los defectos convencionales y multiplicar las virtudes del buen hacer arquitectónico.
Por lo tanto, al inicio los pasos a seguir son similares a los de un proyecto de arquitectura convencional. No obstante, la gran diferencia radica en dos puntos.
- En primer lugar, aunque se establezcan etapas similares, en ellas se involucra a un equipo multidisciplinar, no solo a técnicos del ámbito arquitectura. De este modo, cada paso cobra mayor relevancia y ofrece mayores oportunidades, pues hay más mentes de diferentes campos de estudio analizando qué es posible hacer y cómo.
- En segundo lugar, las fases se siguen de una forma integral y fluida. Es decir, en vez de seguir los pasos de forma lineal, siempre se tiene presente la totalidad del proyecto, independientemente de la etapa en la que se esté trabajando. Así, cada fase puede afectar al resto del proyecto positivamente.
Ambas características dan lugar a lo que se conoce como proyecto holístico. Por supuesto, este tipo de planteamiento incluye un enfoque técnico, uno funcional y uno económico. No obstante, al hacerse de un modo integral, la forma de plantearlos es diferente.
Además, también se tiene muy en cuenta el impacto que va a generar el proyecto en su contexto. En consecuencia, se abre la puerta a nuevos enfoques como el emocional, el social, el cultural y el ambiental.
Cabe añadir que, para que un estudio pueda adherirse a este paradigma no basta con decirlo. Es necesario el respaldo de una entidad reguladora que garantice la certificación del proyecto en los apartados que sea posible, como la sostenibilidad, el impacto emocional y social, etc.
Enfoque técnico-creativo
En un proyecto holístico el enfoque pasa de ser simplemente técnico a convertirse en técnico-creativo. Es decir, en vez de hacerse las cosas como está establecido, hay una intención para encontrar la mejor forma de exprimir al máximo las posibilidades técnicas del proyecto.
Esta labor supone un mayor trabajo por parte de los profesionales, pero, por lo general, siempre resulta en beneficios que impactarán al resto de enfoques del proyecto.
Enfoque multifuncional
En cuanto a la forma de plantear la funcionalidad en un proyecto holístico, esta se hace analizando todas las variables de la construcción. En este sentido, si se va a proyectar una zona residencial, se buscarán todas las funciones que pueden derivar de ello, no solo la habitabilidad.
Por lo tanto, la zona residencial puede ser también una oportunidad para añadir funciones que redundarán en un beneficio para el contexto de la obra. Por ejemplo, se plantea cómo se pueden incluir el comercio, el ocio, la sostenibilidad, el paisajismo, etc.
Al final, el objetivo es crear una construcción integrada en su contexto, que sume a todas las posibilidades presentes en él y pueda aprovechar los elementos ya existentes para maximizarlos.
Enfoque económico ambiental
A diferencia del enfoque tradicional, lastrado por un ahorro por parte de la constructora o un encarecimiento de cara al cliente, el enfoque holístico se mantiene siempre firme en el principio de que las cosas tienen su debido precio.
No obstante, esto no significa que un proyecto holístico sea más caro que uno convencional. Esto se debe a que el ahorro se busca a través de otros métodos:
- Se dedica más tiempo a la búsqueda de recursos y buenos materiales a un coste razonable.
- También se tiene en cuenta la rentabilidad de los materiales a largo plazo. Si los materiales duran más, requieren menos mantenimiento y son, por lo tanto, más económicos tras finalizar la vida útil de la construcción.
- Además, debido a que el proyecto se plantea en su totalidad, y no paso a paso, el presupuesto se diseña para aprovechar al máximo cada apartado.
Por último, los proyectos holísticos de arquitectura tienden a elaborarse con la intención de generar un impacto económico positivo en su entorno. De este modo, la construcción se revaloriza más que un inmueble convencional una vez que se pone en marcha y enriquece a su contexto.
Enfoque emocional
En un buen proyecto holístico, el apartado emocional de la construcción en fundamental. Es una de las bases de lo que se conoce como arquitectura del bienestar, que tiene por objetivo potenciar los sentimientos positivos de las personas que vayan a utilizar un espacio. Así se buscará la manera en que la arquitectura ayude en que la experiencia individual del espacio sea:
- Estéticamente coherente y agradable: El espacio debe ser visualmente placentero en un modo que complemente a la función de la construcción. No basta con un diseño espectacular o muy bonito, este debe ser lógico e integrado.
- Emocionalmente positivo: El espacio debe ayudar a generar sentimientos acordes al espacio en cuestión, como la calidez, la inspiración, la diversión, etc.
- Sensorialmente estimulante: El espacio tiene que aprovechar elementos como la textura, la acústica, los materiales, la luz, la tridimensionalidad o el color para influir en las emociones de las personas.
- Integradora de los puntos de vista: dado que la respuesta emocional es subjetiva, el espacio tiene que buscar la forma de estimular al individuo positivamente independientemente de su cultura o gustos.
Enfoque social
Si el apartado emocional alude a la experiencia individual, el apartado social busca potenciar la experiencia colectiva de un espacio, siendo esta otra de las bases de la arquitectura del bienestar. Ello supone:
- Crear espacios que favorezcan las relaciones entre las personas y el sentimiento de comunidad.
- A la par, respetar la convivencia y la intimidad donde es necesario.
- Tener en cuenta todas las posibilidades funcionales de un espacio en base a las personas que lo utilizarán.
- Garantizar la movilidad y la accesibilidad universal.
- Respetar y potenciar los sentidos en que el proyecto influirá en la sociedad como conjunto, no solo a quienes utilicen el espacio.
- Buscar la forma de convertirse en un espacio que aporte soluciones a los problemas sociales presentes en su contexto.
Enfoque cultural
Los proyectos holísticos también deben ser culturalmente significativos. En este sentido, se analiza:
- La historia de la ubicación para ser respetuosos y progresivos con ella.
- Los elementos socio-culturales y las tradiciones que definen a la localidad para integrarlos en el proyecto en la medida de lo posible.
- La identidad local de las personas que viven en el entorno, teniendo en cuenta a todos los tipos de personas a los que impactará el proyecto.
- La arquitectura y el patrimonio presente en el entorno para expandir positivamente el paisaje.
En suma, mediante el enfoque cultural se pretende que la construcción resulte natural y cohesiva en su entorno.
Enfoque ambiental
Por último, la arquitectura holística debe ser ambientalmente respetuosa. Esto supone plantear un diseño de proyecto que:
- Utilice el máximo posible de materiales sostenibles.
- Aproveche los recursos naturales presentes, como la luz, el viento, la humedad o la temperatura.
- Integre ecosistemas naturales que permitan la restauración ecológica del entorno.
- Maximice la eficiencia energética y la conservación de recursos.
- Sea eficaz controlando su huella de carbono y sus emisiones desde las fases de proyecto, pasando por la construcción hasta llegar al final de la vida útil de la misma.
- Tenga en cuenta el clico de vida de la construcción para que sea resiliente y adaptativa con su entorno y los previsibles cambios climáticos.
- Facilite el mantenimiento sostenible de los elementos de la construcción.
- Favorezca el reciclaje y la gestión de residuos.
Tipos de proyecto holístico
Dado que los proyectos holísticos vislumbran un proyecto en su totalidad, es difícil hablar de tipos.
En este sentido, siempre habrá una función primaria, ya sea residencial, comercial, urbana, institucional, industrial, recreativa, paisajística, de rehabilitación o experimental.
A su vez, se procurará integrar el resto de propósitos de la arquitectura para complementar dicha función. De este modo, una propuesta residencial también puede integrar una proyección comercial, institucional, industrial, recreativa, rehabilitadora o experimental.
Ahora bien, sea cual sea la naturaleza del proyecto, siempre debe integrar la visión urbana, la paisajística y la sostenible.
¿Qué es un Proyecto Holístico ZERO+?
Un Proyecto Holístico ZERO+ se divide en tres fases:
- Máster Plan ZERO+.
- Proyecto Básico y Actividad.
- Proyecto de Ejecución.
El Master Plan ZERO+ es un planteamiento que unifica cada aspecto de la arquitectura holística en tres ámbitos, la calidad de vida, la sostenibilidad y el modelo de negocio. Esta catalogación dinamiza nuestro proceso y nos permite crear una hoja de ruta única y personalizada para cada proyecto. Así es como podemos crear espacios que van más allá de la arquitectura tradicional.
Una vez que establecemos el paradigma de cada proyecto, lo que llamamos las “Reglas del juego”, pasamos a la segunda fase.
En esta etapa desarrollamos el Proyecto Básico y Actividad. Este consiste en formalizar y profundizar en cada área planteada en el Master Plan ZERO+ en un sentido más técnico y palpable.
Finalmente, cuando todos los apartados están adecuadamente desarrollados y pormenorizados, llegamos al Proyecto de Ejecución. En esta última etapa tiene lugar la ejecución de la obra y la culminación de la misma.
Todo ello lo hacemos bajo una Dirección Integrada de Proyecto para garantizar con rigurosidad el inicio óptimo de la actividad del proyecto. Es decir, que tengamos ante nosotros un proyecto holístico terminado que cumpla con todas las normativas, con nuestras exigencias como estudio holístico, así como las expectativas de nuestro cliente.
Además, garantizamos la legitimidad holística de nuestros proyectos mediante la Certificación BREEAM ES. Este método es el más reconocido a la hora de evaluar y certificar la sostenibilidad en la edificación a nivel mundial y lo integramos en cada una de nuestras etapas (Master Plan ZERO+, Proyecto Básico y Actividad y Proyecto de Ejecución).
Por último, aunque no menos importante, operamos mediante la metodología BIM (Builiding Information Modeling). Se trata de un proceso holístico de creación y administración de la información del producto arquitectónico. Gracias a él mejoramos la interrelación tanto entre nuestro equipo como con los colaboradores externos.
¿En qué se Diferencia un Proyecto Holístico ZERO+ de uno Holístico al uso?
Un proyecto Holístico ZERO+ se diferencia de un proyecto holístico al uso en el planteamiento de base. En vez de realizar un “proyecto”, siempre empezamos trabajando con el Master Plan ZERO+.
Es decir, sentamos las bases mediante un “plan maestro” que integra todos nuestros objetivos hasta el final y los hitos que se deben lograr en cada etapa. Todo ello se engloba en una metodología de trabajo que tiene una visión a largo plazo y que es integradora de cada paso que hay que dar.
Para ello, agrupamos todos los enfoques de la arquitectura holística en nuestra propia visión:
- Calidad de vida: integra el enfoque funcional, emocional, social y cultural.
- Sostenibilidad: integra el enfoque técnico y ambiental.
- Modelo de negocio: integra el enfoque económico y social.
Calidad de vida
Un Proyecto Holístico ZERO+ antepone la calidad de vida para garantizar que la funcionalidad y las emociones derivadas de la construcción, así como la sociedad y la cultura en la que se ubica se encuentren en harmonía y se retro-alimenten positivamente. Para ello tenemos en cuenta:
- Espacio experiencial: integramos la espiritualidad, la estética y la funcionalidad para crear ambientes que enriquecen cuerpo, mente y espíritu a través de una experiencia que transciende lo físico y conecta con la belleza, la naturaleza y la comunidad.
- Calidad del entorno construido: diseñamos con el objetivo de que la construcción sea beneficiosa tanto para el individuo como para el planeta. Así, integramos siempre materiales ecológicos y promovemos la calidad del aire, los espacios accesibles y la adaptabilidad a necesidades futuras.
- Zona Wellness: en nuestros proyectos siempre procuramos crear espacios que promuevan la relajación, la revitalización y la armonía para crear ambientes que favorezcan la meditación, la terapia, el baño, el ejercicio y la sanación a través del agua y la bioingeniería.
- Bienestar emocional: siempre proyectamos con la iluminación, la acústica, los colores y los materiales naturales como la clave para crear espacios que mejoren el bienestar de las personas.
- Agricultura biodinámica: incorporamos técnicas y principios de la agricultura biodinámica para crear espacios más sostenibles y saludables. A destacar, la biodiversidad y la selección cuidadosa de especies vegetales.
- Confort ambiental: diseñamos con el objetivo de que nuestros espacios sean confortables y mejoren la calidad de vida del usuario en todos los sentidos posibles.
Sostenibilidad
A través de la sostenibilidad, buscamos crear espacios que sean sanadores y respetuosos para el planeta y las personas. Esto lo logramos teniendo en cuenta:
- Diseño bioclimático: desde una perspectiva de diseño, utilizamos la ubicación y el clima estratégicamente para crear espacios que aprovechan al máximo la eficiencia energética.
- Eficiencia energética: desde una perspectiva técnica, implementamos elementos que minimizan el consumo de energía.
- Bioconstrucción: priorizamos el uso de materiales naturales renovables y no tóxicos, así como el uso de técnicas de construcción que reducen el impacto ambiental y la gestión de recursos.
- BREEAM ES: Estamos reconocidos por esta institución certificadora como asesores del esquema de NUEVA CONSTRUCCIÓN. Esto nos permite certificar cada etapa de nuestros proyectos para garantizar y validar que se cumple con cada uno de nuestros valores y objetivos.
- SBN: Aplicamos Soluciones Basadas en la Naturaleza para abordar problemas ambientales y sociales.
- Restauración ambiental: Procuramos rehabilitar entornos dañados y regenerarlos a través de una arquitectura que busca mejorar su ambiente.
Modelo de negocio
Al proyectar analizamos todas las posibilidades de la construcción como modelo de negocio. Lo hacemos en todas las etapas para maximizar el rendimiento económico, desde el planteamiento inicial hasta la ejecución de la obra y desde su salida al mercado hasta iniciar a las posibles actividades comerciales de la edificación. Para ello siempre trabajamos mediante las siguientes técnicas:
- Estudio de viabilidad: auditamos el mercado, los recursos y la rentabilidad potencial en paralelo al desarrollo del proyecto para validar la viabilidad de diferentes propuestas de modelo de negocio.
- Análisis de costes y beneficios: examinamos todos los escenarios posibles en los que un proyecto pueda generar ingresos en contraposición a los costes para garantizar la viabilidad y la capacidad de generar beneficios.
- Subvenciones públicas: acompañamos al cliente en la búsqueda de ayudas económicas ofrecidas por la administración para respaldar proyectos que contribuyan al interés público.
- EBC: integramos la Economía del Bien Común como base para medir y promover el valor social y ético de la construcción, en lugar de buscar tan solo el beneficio financiero.
- Financiación alternativa: conectamos a nuestros clientes con una red de financiación alternativa a la banca comercial, como el crowdfunding y la agrupación de pequeños inversores para obtener capital y fórmulas de retorno que favorezcan al proyecto.
- Inversores y/u operadores: acompañamos a nuestros clientes en la búsqueda de inversores y promotores de gran calado afines a nuestra visión que permitan viabilizar el proyecto y la idea de negocio.
Comparativa entre un Proyecto Convencional y un Proyecto Holístico ZERO+
A modo de resumen, en esta tabla se pueden observar las diferencias entre la arquitectura convencional y nuestra forma de operar mediante los Proyectos Holísticos ZERO+.
| Proyecto convencional | Proyecto Holístico ZERO+ |
Pasos del proyecto | Lineales | Fluidos |
Visión de proyecto | Unidireccional | Master Plan ZERO+ |
Profesionales | Sector arquitectura | Equipo multidisciplinar |
Enfoque técnico | Rígido | Creativo |
Enfoque funcional | Delimitado | Polivalente |
Enfoque económico | Máximo beneficio | Modelo de negocio y viabilidad |
Enfoque emocional | No prioritario | Calidad de vida |
Enfoque social | No prioritario | Calidad de vida |
Enfoque cultural | No prioritario | Calidad de vida |
Enfoque ambiental | No prioritario | Sosteniblidad |
En definitiva, proyectar desde la visión holística supone estar concienciados en todos los aspectos de la arquitectura, de modo que una construcción no sea tan solo un conjunto de ladrillos y hormigón. Así, buscamos que nuestras edificaciones sean beneficiosas para todas las partes implicadas, como las personas, la flora, la fauna, el clima y el terreno.